Tal vez esto que estoy escribiendo es totalmente contrario al anterior post, pero tal vez es porque la vida dio un giro inesperado.

Me acostumbré a caer porque sé que me voy a volver a levantar, sacando fuerzas de donde no existen pero si amo vivir en un mundo que no existe porque no sacar fuerzas de ahí.
Dicen que cada caída tiene una enseñanza que nos enseña a seguir, pero ¿Por qué no nacemos sabiendo todo y siendo felices?  Digo así dejamos de caer.
Estaba tan feliz viviendo ese sentimiento que vivía que no supe ver que estaba acabando, que las miradas no eran iguales, que las palabras que nos decíamos habían cambiado, que ya no existían esos besos tan dulces que algún día hubo. Tal vez el orgullo de la felicidad no me dejaba ver la realidad y al estar viviendo en un lugar de plena felicidad cuando me di cuenta de la verdad caí de la peor manera que se puede caer sin entender ni saber porque fue todo así de esa manera sin poder hacer preguntas solo caer otra vez para lograr levantarse.
No es correcto que mi felicidad dependa totalmente de vos, porque sabiendo que algún día íbamos a volver a ser dos personas más, solo amigos, sabiendo eso no pude evitar el amarte tanto como te amé.
A cada minuto que pasa intento comprender el porqué, porque la vida nos quiere hacer caer si con la felicidad todo sale mejor. Prometo recordar cada momento que vivimos de la mejor manera y que el sufrimiento y odio que tengo no empañe cada hermoso momento juntos que tengo en mi memoria.
Si, como vos dijiste, tenemos 13 años y no  40 pero juro que viviría a tu lado hasta los 100 si es necesario porque me hiciste y haces bien.
Cada sonrisa que compartimos fue la que me hizo poder seguir y tal vez ya no me mires de la misma manera, ya no te pueda abrazar cuando quiera ni darte un simple beso pero cuando me agarren ataques voy a cerrar los ojos irme de este lugar para viajar por los recuerdos, para que una sonrisa se me escape por esos recuerdos.
Y si algún día te agarran ganas de volver a vivir esos momentos, hace como yo, cerrá los ojos y volá a otro lugar.
Vivimos pensando que todo va a estar bien sin ver que nada es para siempre,  cuando uno está feliz nada importa uno piensa que no vas a perder a la otra persona cuando poco a poco la estás perdiendo con cada palabra, actitud, con cada silencio pero seguimos viviendo como si nada ocurriera cuando inconscientemente sabemos lo que está ocurriendo, sabiendo que no hay caso, no hay forma de salvar lo insalvable y solo queremos convencernos de que nada de eso está ocurriendo sin ver que eso nos lastima más y más.